Confianza en Dios y buen humor - a podcast by PODCAST MDC Dios te quiere

from 2020-10-12T03:00

:: ::

La confianza en Dios es el secreto del buen humor. Las causas del mal humor suelen ser las preocupaciones, las inquietudes, los problemas que no podemos resolver, porque nos provocan desasosiego, tensión, falta de paz. Si conseguimos abandonar todo eso en las manos de nuestro Padre, nos quedamos tranquilos y vemos las cosas de otra manera: apreciamos su lado positivo, nos reímos de nosotros mismos, de nuestra limitación, recibimos con buen humor una broma o una contrariedad, y así damos paz y hacemos la vida agradable a quienes conviven con nosotros. También nos ponemos de mal humor cuando algo no sale a nuestro gusto. Pero si pensamos que ese “disgusto” es algo que Dios permite para purificarnos, para que se lo ofrezcamos por nuestra salvación y la de todos, las cosas cambian. Cambian tanto que, en lugar de quejarnos, le damos gracias por las pequeñas o grandes dificultades que encontramos en la vida. Y nos reímos, porque nos damos cuenta de que “no es para tanto”, y que el Señor sabe muy bien lo que hace. Una fuente del mal humor es dar vueltas y vueltas en la cabeza a los pequeños problemas, que de ese modo se convierten en tragedias que nos amargan la existencia. En el fondo, lo que hacemos es girar y girar en torno a nosotros mismos. Tenemos que parar el “tiovivo” de nuestra imaginación, romper el egocentrismo, centrarnos en los demás y en Dios, y dejarlo todo en sus manos.


Otra causa del mal humor, o de falta de sentido del humor, es creerse importante. ¿No conocéis a una de esas personas que se creen el ombligo del mundo y adoptan una actitud grave, miran por encima del hombro, todo se lo toman con gran seriedad, no entienden una broma, y parece que nunca se han reído? Aquí tenéis magistralmente retratada a una de ellas: «Es directivo de una gran industria, ha cumplido los sesenta, todas lasmañanas se levanta a las seis, sea verano o invierno, a las siete está ya en la fábrica, donde permanece hasta las ocho de la tarde o más. Hasta los domingos va a trabajar, aunque el establecimiento y las oficinas estén vacíos; pero una hora más tarde, lo que considera casi un vicio. Es un hombre serio por excelencia, raramente se ríe, nunca se ríe. En verano se concede, aunque no siempre, una semana de vacaciones en la villa a orillas del lago. No conoce debilidades de ningún género, no fuma, no toma café, no bebe alcohol, no lee novelas. Tampoco tolera debilidades en los demás. Se cree importante. Es importante. Es importantísimo. Dice cosas importantes. Tiene amigos importantes. Solo hace llamadas telefónicas importantes. Hasta sus bromas en familia son muy importantes. Se cree indispensable.  Es indispensable. El cortejo fúnebre partirá mañana a las 14.30 horas desde la casa del difunto» (Dino Buzzati, Las noches difíciles). 


Un hijo de Dios no se da importancia, se ríe de sí mismo, que es el secreto del sentido del humor. Toda su importancia está en ser ¡hijo de Dios! Si soy hijo de Dios, ya tengo el tesoro más grande que se puede tener, ya soy lo más grande que se puede ser. Entonces, me puedo reír de mis defectos, de mi falta de inteligencia, de mi debilidad, porque todo eso tiene una importancia muy relativa. Esto hay que meditarlo y, sobre todo, pedirle a Dios que nos conceda esta gracia, porque es muy fácil decir: “Hay que reírse de uno mismo”, pero es difícil vivirlo de verdad. Basta con pensar en cómo reaccionamos cuando alguien nos dice que nos enfadamos por tonterías, que somos vanidosos o que tenemos cualquier otro defecto. Y no digo nada si nos hacen ver que no tenemos capacidad para realizar determinas funciones. ¡Cuánto nos cuesta aceptarlo! Es precisamente entonces cuando tenemos que pensar en cuánto valemos para Dios, reírnos y quedarnos en paz. 



Further episodes of Dios te quiere y tu no lo sabes

Further podcasts by PODCAST MDC Dios te quiere

Website of PODCAST MDC Dios te quiere