El amor de Dios por nosotros es fuente de alegría - a podcast by PODCAST MDC Dios te quiere

from 2021-11-29T03:00

:: ::

«La fuente de la alegría cristiana es esta certeza de ser amados por Dios, amados personalmente por nuestro Creador, por Aquel que tiene en sus manos todo el universo y que nos ama a cada uno y a toda la gran familia humana con un amor apasionado y fiel, un amor mayor que nuestras infidelidades y pecados, un amor que perdona. Este amor “es un amor tan grande que pone a Dios contra sí mismo”, como se manifiesta de manera definitiva en el misterio de la cruz: “Dios ama tanto al hombre que, haciéndose hombre él mismo, lo acompaña incluso en la muerte y, de este modo, reconcilia la justicia y el amor” (Deus caritas est, n. 10)» (Benedicto XVI, Discurso, 5 de junio 2006).


Dios, el que tiene en sus manos todo el universo, nos ama “personalmente” a cada uno con un amor «apasionado y fiel». Algunos se imaginan el amor de Dios como ese que tienen las personas de corazón frío: nos ayudan cuando se lo pedimos, pero da la impresión de que lo hacen obligadas o porque no les queda más remedio, o por “cumplir” con la ley. No es así el amor de nuestro Padre Dios. Es un amor apasionado. Tiene verdadera locura de amor por mí. Y es un amor fiel, que está siempre ahí, a las duras y a las maduras.


Dios nos ama con «un amor mayor que nuestras infidelidades y pecados», con «un amor que perdona». No cabe el desánimo ni la desconfianza en el hijo de Dios que ha pecado y ha pedido perdón. Al contrario, lo que cabe hacer es alegrarse, porque Dios se alegra cuando nos perdona, como el padre del hijo pródigo. Un padre que no solo perdona a su hijo, sino que lo cubre de besos y le pone un traje nuevo y un anillo y da un gran banquete.


«Este amor “es un amor tan grande que pone a Dios contra sí mismo”», dice Benedicto XVI. Es como si Dios nos dijera: “Abristeis con vuestra injusticia un río profundo entre vosotros y yo, un río que no podéis vadear con ninguna justicia. Pero no os voy a dejar ahí. Os quiero demasiado como para dejaros hundidos en la sima que os habéis cavado. Así que iré yo mismo. Sí, me haré hombre, como uno de vosotros, y seré, por amor a vosotros, el puente por el que podréis vadear el río de la injusticia, los brazos que os acogerán para arrancaros de vuestra miseria, el corazón que os acogerá con infinita ternura”.


Gracias, Señor, porque me amas con pasión y fidelidad. No miras a nadie con indiferencia, con ojos de objetiva neutralidad. Nos miras a cada uno con infinita ternura.


Tus hijos somos irresistibles para Ti.

Further episodes of Dios te quiere y tu no lo sabes

Further podcasts by PODCAST MDC Dios te quiere

Website of PODCAST MDC Dios te quiere