Rezar, pedir ayuda con confianza - a podcast by PODCAST MDC Dios te quiere

“¡Rezar! –pensamos a veces–, ¡como si rezando se solucionaran las cosas!”.

La oración es absurda para una mentalidad “técnica”, convencida de que las únicas fuerzas que existen son las naturales. Una mentalidad, por otra parte, muy proclive a creer en fuerzas esotéricas. La oración no vale nada para una mentalidad “utilitarista” y “pragmática”, persuadida de que lo único eficaz es la propia acción. Pero ¡cuántos pragmáticos creen en la eficacia de la pata de conejo o de tocar madera!

La oración es despreciada por una mentalidad “individualista”, imbuida por la idea de que no puede contar con la ayuda de nadie para resolver los propios problemas, lo que no le impide acudir a un vidente para que le revele su futuro. “Pero ¡es que Dios no va a venir a sacarme las castañas del fuego!”, afirman, llenos de razón. Sí, es verdad. Dios no va a venir a sacarnos las castañas del fuego cuando podemos sacarlas nosotros con nuestras propias manos. Lo que olvidamos es que las castañas, el fuego y las manos son regalos de Dios. De todas formas, quien así razona demuestra saber muy poco sobre nuestra absoluta dependencia del Señor, y sobre su constante preocupación amorosa por todo lo que sucede a sus hijos. No acaba de comprender qué significa eso de que Dios es Padre.

Me gusta pensar que el problema de las bodas de Caná no era una cuestión de vida o muerte. El novio no calculó bien la cantidad de vino necesario para la boda. Bien, no era un problema grave, podían beber agua… Pero entre los invitados estaba María. Y a una madre no le da igual que un hijo suyo quede bien o mal ante sus invitados. Y consigue de Jesús su primer milagro. ¡Cuántas veces, sin nosotros saberlo, habrá hecho el Señor, por intercesión de su Madre, un milagro en nuestras vidas! ¡Cuántas veces nos habrá sacado las castañas del fuego!

La Virgen nos enseña el medio más eficaz de resolver los problemas: pedir ayuda a su Hijo, rezar, orar. Si Dios quiere que le pidamos, no es para que le recordemos nuestras necesidades. Las conoce perfectamente. Dios quiere que le pidamos para que confiemos más en Él. Para que reconozcamos nuestra verdad –que no podemos nada– y así seamos humildes. Para que deseemos más lo que pedimos, porque así se amplía nuestra capacidad de recibir. Para que caigamos en la cuenta de que Él es un Padre que nos quiere. Parecemos sordos ante la insistencia divina:....(Mt 7, 7-11). Jesús alude a cómo reaccionan los hombres ante las peticiones, para dejarnos claro que si, a pesar de nuestros defectos, damos lo que se nos pide, mucho más nos dará Dios cuando acudimos a Él. ¿Recordáis la parábola de la viuda que pide justicia al juez inicuo una y otra vez, hasta que, por miedo, se la concede? ¿O la del hombre que despierta a su vecino para pedirle comida, pues acaba de llegar un amigo suyo y no tiene nada que ofrecerle?

Después de toda su insistencia para que confiemos en Él, me da por imaginar a Jesús preguntándose, un tanto sorprendido ante nuestra falta de confianza: “Pero, ¿qué más podría haberles dicho?”Gracias, Señor, por tu continua ayuda, porque estás siempre a mi lado, porque me das la fuerza para caminar, me levantas cuando caigo, destruyes los muros que me impiden amarte. Pero lo haces todo tan suavemente que no lo veo; no te veo, Señor. Me parece que todo lo hago yo. No veo tu mano poderosa. No veo el aire que respiro. No veo la luz que todo lo ilumina. Ayúdame a reconocer tu luz y tu fuerza en cada latido de mi corazón.

Further episodes of Dios te quiere y tu no lo sabes

Further podcasts by PODCAST MDC Dios te quiere

Website of PODCAST MDC Dios te quiere