El Adivino - a podcast by Juan Betancur

from 2020-12-16T21:00

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Había una vez un hombre que trabajaba como adivino en una feria ambulante que recorría los pueblos de aquella región. El hombre vestido con una capa de colores y un turbante que le hacia juego se dedicaba a leer las cartas de sus clientes y decirles el futuro. Realmente su poder venia de la capacidad de observación y cuando un cliente entraba en su pequeña carpa, el hombre recorría lentamente con sus ojos al cliente y notando pequeñas cosas podía acertar con algunos elementos que hacían pensar a su cliente que este hombre era capaz de leer el futuro. Su mayor orgullo era promocionarse como el hombre que todo lo sabe, y por años miles de personal han creido en el y sus capacidad de predecir el futuro. 



Un dia la carabana de la feria llego a un pueblo en las montañas y allí se instalaron para recibir a los habitantes del pueblo. El adivino monto su carpa  en el centro mismo de la feria y colocando una mesa con dos sillas dentro de la carpa se apresto a recibir a los incautos que iban por sus consejos de adivino. El ambiente sombrío y misterioso le daba a su acto de adivinamiento un mayor encanto y su inigualable verbo lo hacia mas llamativo ante los ojos de aquellos que dejaban alguna moneda para oír sus lecturas del futuro. 


Durante aquel día la fila de personas frente a su carpa iba creciendo y todas salían repitiendo que aquel adivino realmente estaba bendecido porque era capaz de ver el futuro de cada persona. 

Al finalizar la noche  entro  una mujer joven y bella, tan bella que podia quitarle el aliento a cualquiera que la mirara. Era la mas bella mujer que hombre alguno pudiera conocer.  El adivino se sentó frente a ella prendado por la belleza de aquella mujer y el amor comenzó a rebelarse frente a el, no podia dejar de mirarla . La Mujer fuera de bella era dulce, inteligente, divertida y estaba soltera. 


El adivino decidió que los dioses le habían llevado esta mujer a su tienda y que el no perdería la oportunidad de casarse con ella. Asi que utilizando todas sus capacidades de seductor, cerro la carpa e invito a la mujer a pasear por el pueblo,  a  medida que caminaba con ella se sentía mas y mas atraído y ella también se fue enamorando de aquel adivino que la lisonjeaba con bellas palabras y al final de la noche había logrado convercerla que abandonara todo lo que tenia y aquel pueblo y lo acompañara en sus viajes de feria y que al dia siguiente, cuando la feria saldría para otro pueblo, se fueran juntos de aquel pueblo polvoriento de montaña, que le prometía que conocería todo el mundo. 


Y la joven acepto. y la mañana los encontró juntos dormidos y felices en la casa de la mujer


El hombre se levanto, con los primeros rayos del sol y decidido salio a recoger su carpa para regresar por ella y así comenzar a recorrer el mundo juntos. Feliz de haber logrado el amor de aquella mujer tomo un papel y escribió  orgulloso un pequeño mensaje que era su marca profesional. 


Lo se todo


Y lo dejo junto a la cama de su prometida



Al cerrar la puerta, la joven despertó y vio el papel sobre la cama, lo tomo y ley lo que allí decía.


Su cara palideció. Y su alegría se desvaneció. 



La mujer se petrifico. Habia oido que los adivinos tenían el poder de conocer el pasado y el futuro de las personas, pero esta nota le rebelaba que aquel hombre que acababa de conocer, había adivinado todo su pasado, un pasado que ella quería olvidar. Un pasado que ningún hombre podría aceptar y que la había llevado a ser rechazada por todos los hombres que había conocido anteriormente y por lo cual se había ocultado en aquel pueblo perdido de las montañas. 


Y el adivino llego, con sus pertenencias a recoger a su amada. Y encontró una nota que decía. 

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