El aullido de los lobos (Leyenda Skitswish) - a podcast by Juan Betancur

from 2020-05-14T18:00

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Habia una vez un grupo de lobos que se encontraban en las bosques de Idaho, Los lobos que eran expertos cazadores se encontraban en medio de un cruel invierno poco tiempo después de que los dioses le regalaran en fuego a los seres humanos. Los Skitswish  o también llamados Coeur d Alene por los primeros colonos vivían en las colinas de Idaho y cuenta la leyenda que su nombre significa los que se encontraban por siempre allí. 

 

Los lobos que sufrían de aquel invierno envidiaban a los hombres ya que estos se refugiaban durante las frías noches alrededor de los fuegos que mantenían siempre prendidos. Los lobos veían además que los hombres usaban el fuego para cocinar sus comidas y con sus muy afinado olfato podían sentir el olor de aquello que era cocido. El solo olor de la comida proveniente de aquel fuego hacia salivar a los lobos. 

 

Finalmente, el líder de los lobos que no podía aguantar mas los fabulosos aromas que se desprendía de la aldea de los Skitswish decidió enviar un emisario a rogarle a los hombres que les permitieran tener aunque solo fuera una pequeña chispa de aquel fuego para así ellos poder calentarse y preparar igualmente los alimentos como lo hacían los hombres. 

 

Los hombres y los lobos desconfiaban profundamente los unos de los otros debido a que frecuentemente tenían que competir por los mismos animales en sus cacerías. El jefe de los lobos sabiendo que los humanos recelaban de tan solo su presencia decidió escoger entre su manada un animal que pudiera acercarse a ellos sin que los humanos lo atacaran. Entre su manada había una loba que se encontraba preñada y dado que los hombres eran siempre respetuosos con las hembras y mas si estas estaban esperando crias, la mando hacia la aldea de los Skitswish diciéndole. 

 

Acércate durante la noche, cuando los humanos estén reunidos alrededor del fuego y trata de tomar un poco de el fuego. Para que ellos no te ataquen es mejor que te acerques a ellos lentamente con la cabeza baja y arrastrándote sobre tu vientre. Recuerda parecer indefensa y totalmente inofensiva mostrando que estas esperando crías. Si ellos piensan que no los vas a atacar posiblemente te dejen acercarte y podrás tomar el fuego cuando ellos se vayan a dormir. 

 

La hembra de la manada obedeció y siguiendo las recomendaciones, se acerco a la reunión de la tribu y una mujer que se acercaba al fuego con una bandeja de comida vio como la loba se arrastraba con la cabeza gacha hacia ella, mostrando gran respeto y moviendo la cola lentamente. La mujer se compadeció cuando vio que la loba estaba esperando cria y lentamente se acerco a ella para acariciarla. La loba que tenía que controlar su instinto de cazadora se dejo acariciar y por primera vez pudo sentir el calor de el fuego que le llegaba y la dulzura de la caricia de un humano. Los otros miembros de la tribu cuando vieron que la loba se dejaba acariciar se acercaron y todos comenzaron a acariciarla, generando un gran placer en la loba. 

 

Aquella noche la loba estuvo al cuidado de las mujeres de la tribu y cuando al finalizar la noche todos se retiraban a dormir, la mujer tomo a la loba y se la llevo a su hogar y la cubrió con pieles y mantas para que el frio de la noche no la agobiara y la dejo dormir cerca al fuego de su hogar. 

 

La loba se despertó totalmente descansada como nunca lo había estado anteriormente y la mujer le ofreció comida y cuidados. Los lobos mientras tanto esperaban que la emisaria regresara con el fuego, pero pasaron los días y las noches y la loba no regresaba a la manada. 

 

Pasaron algunos días y finalmente la loba se acostumbro a vivir con los humanos y cuando nacieron los cachorros, otros miembros de la tribu los cuidaron y los dejaron vivir con ellos. Así con el tiempo estos lobos se convirtieron en los fieles perros que aun hoy acompa

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